Por Vanessa Rivera, REALTOR®
Ex Puerto Rico Association of REALTORS®
En un mercado colmado de oportunidades y retos, el comprar o vender una propiedad se
puede transformar en una inquietante decisión en la vida de cada consumidor. El tener a un
Realtor de su lado puede ayudarle a tomar decisiones acertadas en su proceso de compra o
venta de una propiedad. Esa asistencia les permite tanto a compradores como vendedores a
que puedan mantener su enfoque en cumplir con sus necesidades particulares sin
sobrecargarse de detalles financieros o estresantes negociaciones que trastoquen la placentera
experiencia de comprar o vender la propiedad de sus sueños.
Cuando hablamos de Realtors nos referimos a los profesionales de la industria de bienes raíces
que están agrupados bajo la relación tripartita entre National Association of Realtors, la Puerto
Rico Association of Realtors y sus boards locales, donde sus miembros son los únicos
autorizados a denominarse como REALTORS. Esta denominación como Realtors solo es posible
mediante la renovación anual de su membresía a la organización que de no renovarse cada año
dejaría de considerarse a ese profesional como Realtor. No todos los Corredores o Vendedores
de bienes raíces son Realtors pues deben estar afiliados a la organización para gozar de sus
privilegios y ostentar la marca registrada de Realtor.
Solo los Realtors están obligados mediante juramento de afiliación a cumplir con el Código de
Ética REALTOR creado en 1913 y atemperado a las nuevas condiciones del mercado y profesión
desde entonces. Este documento ha servido de modelo a cientos de organizaciones
profesionales a nivel nacional e internacional por su composición y seriedad.
Proteger los intereses de los consumidores requiere de altos estándares de conducta
profesional y supremo grado de compromiso con mantenerse actualizado en cuanto a las
condiciones del mercado para servir en excelencia a un público exigente como el nuestro. Por
tanto, el Código de Ética Realtor debe servir de norte en la operación profesional con sus
clientes, público en general y colegas de la industria habiéndolo aceptado voluntariamente al
hacerse Realtor. La educación en todos los aspectos relacionados a la industria como la
actualización en nuevas regulaciones, leyes, financiamiento, etc. es primordial en el desarrollo
de un buen Realtor.
Asegure su transacción en bienes raíces con quien muestre como enfoque el proteger y
promover los mejores intereses del cliente manteniendo la obligación de tratar con honestidad
a todas las partes. Con esta cualidad, no cabe duda que cultivará junto a su Realtor una valiosa
relación de negocios para toda la vida. Contacte a un Realtor para consultar y guiarle en su
próxima transacción en bienes raíces, entrevístelo y escoja trabajar con aquel que mayor
capacidad y confianza le ofrezca. Asegúrese de que como profesional guste de educarse
continuamente y goce de una buena reputación en su mercado pues eso se traducirá en un
servicio de calidad y placenteros resultados para usted y su familia.